MADRID. ¿Cómo sería la vida en las duras trincheras de la Primera Guerra Mundial? El «reality» inglés «La trinchera», producido por la BBC, intenta averiguarlo gracias a un enorme esfuerzo de reconstrucción histórica que recrea con fidelidad las trincheras del décimo batallón del regimiento de Hull y Yorkshire East en el otoño de 1916, cavadas en el norte de Francia.
Lo más impactante del programa es la segunda parte: hay un concurso de resistencia de por medio que recluye durante dos semanas a los aguerridos participantes en la trinchera. El objetivo: experimentar la vida en un ficticio campo de batalla, aunque con ruido de bombas (que no matan) y todas las estrecheces propias de un conflicto bélico. «La trinchera» se exhibe ahora en el Canal de la Historia francés, con unas críticas similares a las que cosechó en el Reino Unido. Los concursantes experimentan frío, hambre, sensación de compañerismo... pero les falta el miedo a morir bajo las bombas enemigas. Los espectadores se plantean un dilema moral: ¿es justo mantener a esos jóvenes sufriendo esas condicienes sólo por recrear el ambiente de la Primera Guerra Mundial?
La incertidumbre de no saber
«Los mandos nunca nos avisaban de lo que iba a pasar, aunque tampoco pudimos saber lo que es el miedo a la muerte porque supongo que es imposible de simular. Sí pienso que se ha podido recrear gran parte de lo que pasaron los soldados de la Primera Guerra Mundial y yo he podido entender más por qué se lucha», cuenta John R. en una de las charlas electrónicas que han mantenido los atrincherados. Cómo no, este juego de guerra cuenta con un completo cuadro de mandos que ordena a la tropa y sube la moral de los hombres en los momentos clave.
Chris Wilson, otro concursante, explica que aunque no existía riesgo de morir en la trinchera la experiencia le ha cambiado la vida: «No puedes ir al baño como en tu casa, los dedos se quedan fríos y apenas puedes abotonarte la chaqueta... No creo que ahora pudiéramos llegar a la mismo nivel de entrega que tuvieron esos hombres». Los jóvenes apenas han podido dormir tres horas seguidas por la noche. Lo que sí han conseguido de verdad es valorar las cosas que tienen en su vida real.
Según Dick Colthurst, director ejecutivo del programa, las trincheras han sido cavadas por piquetas profesionales que se han atenido a los manuales de los Ingenieros Reales, al mismo tiempo que han utilizado documentos históricos y fotografías.
Para Mathieu Béjot, director general del conglomerado de emisoras TV France International, se trata de una nueva forma de hacer «reality shows»: «Es otro concepto. El trabajo histórico es evidente, pero falla quizá la reconstrucción del ambiente porque los propios concursantes hablan de que falta la tensión real de la guerra. En Francia empiezan a darse en prensa las mismas críticas que en el Reino Unido. La gente se pregunta qué aporta realmente». Periódicos ingleses como «The Observer» y «The Guardian» han asegurado que la idea puede ser un tanto frívola en los tiempos que corren.
http://www.abc.es/hemeroteca/historico-23-11-2002/abc/Comunicacion/lo-ultimo-en-realitys-recrear-la-vida-en-una-trinchera-de-la-i-guerra-mundial_145422.html
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