Una mirada a la Primera Guerra Mundial

La Primera Guerra Mundial fue un conflicto armado mundial desarrollado entre 1914 y 1918. Originado en Europa por la rivalidad entre las potencias imperialistas, involucró por primera vez en la historia a más de la mitad del planeta. Antes de llegar la Segunda Guerra Mundial, esta conflagración era llamada la Gran Guerra o la Guerra de Guerras y había sido el conflicto mas sangriento de todos los tiempos.

Este blog fue creado por Lucas Ferreyra como trabajo práctico de la materia Historia, de 2do año Polimodal del Colegio Los Médanos, a pedido de la Prof. Cecilia Gómez Carrillo de Lascombes. Julio de 2007

29.7.07

El infierno de Somme

La Batalla del Somme de 1916 fue las más largas y sangrientas de la Primera Guerra Mundial, con más de un millón de bajas entre ambos bandos. Las fuerzas británicas y francesas intentaron romper las líneas alemanas a lo largo de un frente de 40 km al norte y al sur del río Somme, en el norte de Francia. El principal propósito de la batalla era distraer a las tropas germanas de la Batalla de Verdún; sin embargo, las bajas de la batalla del Somme terminaron siendo superiores a las de esta última.

La batalla es recordada principalmente por su primer día, 1 de julio de 1916, en el que los británicos sufrieron 57.740 bajas, de las cuales 19.240 fueron mortales. Constituye la batalla más sangrienta en la historia del Ejército Británico.

Igualmente terrible fue la batalla para el Ejército Alemán, descrita por uno de sus oficiales como "la tumba de barro del ejército en campaña". Cuando acabó la batalla, ambos bandos habían comprobado hasta qué punto podía ser mortífera la guerra moderna. La suma importancia del Somme en el devenir posterior de la guerra queda reflejada en las palabras del oficial e historiador británico Sir James Edmonds: "No es demasiado arriesgado decir que las bases de la victoria final en el Frente Occidental fueron sentadas por la ofensiva de 1916 en el Somme."!

Primer día en el Somme

El primer día de la batalla fue precedido por una semana de bombardeos preliminares con la artillería, en los cuales los británicos dispararon alrededor de un millón y medio de granadas. También se habían cavado diez galerías por debajo de las trincheras y puntos estratégicos del frente alemán, que fueron rellenadas con explosivos; las tres mayores contenían alrededor de 20 toneladas cada una.

El ataque fue iniciado por 13 divisiones británicas (11 del IV Ejército y dos del III) al norte del Somme y seis divisiones del VI Ejército Francés al sur del río. A ellas se oponían las tropas del II Ejército Alemán dirigidas por el General Fritz von Below. El eje principal del ataque estuvo centrado en la antigua calzada romana que conectaba Albert (detrás de las líneas aliadas) con Bapaume, situada a 19 km en dirección noreste.

Los primeros combates se produjeron a las 07:30 de la mañana del 1 de julio de 1916. Diez minutos antes de esto se detonó la carga explosiva de la primera galería y para las 07:28 ya habían explotado todas salvo una. El campo de batalla se silenció entonces súbitamente, mientras la artillería intentaba localizar la próxima línea de objetivos. Entonces, en palabras del poeta John Masefield:

La mano del tiempo descansó sobre la marca de la media hora, y a lo largo de toda la vieja línea del frente de los ingleses vino un silbido y un llanto. Los hombres de la primera oleada escalaron los parapetos, en tumulto, oscuridad, [con] la presencia de la muerte, y habiéndose hecho con todas las cosas agradables, avanzaron sobre la tierra de nadie para comenzar la Batalla del Somme. (The Old Front Line, 1917)

La infantería iba cargada con 32 kg de equipo y se le había instruido para que formara en filas uniformes y avanzara a velocidad de paso. En otros casos, las unidades se habían adentrado en la tierra de nadie con la intención de tomar las trincheras alemanas tan pronto como cesara la caída de proyectiles. A pesar del bombardeo masivo, muchos de los defensores alemanes habían sobrevivido en los refugios más protegidos y estaban en perfectas condiciones de inflingir un daño considerable a la vulnerable infantería de los asaltantes.
Plan de batalla británico correspondiente al 1 de julio de 1916. Las únicas operaciones que tuvieron éxito total fueron las de Mametz, Montauban y el lado francés, todas ellas en el extremo sur de la línea de avance.
Plan de batalla británico correspondiente al 1 de julio de 1916. Las únicas operaciones que tuvieron éxito total fueron las de Mametz, Montauban y el lado francés, todas ellas en el extremo sur de la línea de avance.

Al norte de la calzada que unía Albert con Bapaume, el avance fue un completo fracaso desde el mismo comienzo. En unos pocos lugares los atacantes consiguieron penetrar en la primera línea de trincheras del frente alemán e incluso en la segunda de apoyo, pero en todos los casos su número era demasiado bajo como para resistir los contraataques. En cuanto los alemanes abrieron fuego sobre la tierra de nadie, tanto la llegada de refuerzos como el movimiento de información sobre el campo de batalla se convirtieron en misiones imposibles.

Esto último se veía agravado porque las comunicaciones eran del todo inadecuadas para un campo de batalla de este tipo, por lo que los oficiales desconocían prácticamente todo lo relacionado con el progreso de la batalla. Un informe erróneo que aseguraba que la 29ª División había tenido éxito en Beaumont-Hamel provocó que se ordenara marchar en su apoyo a la brigada de reserva, que en este caso era el I Regimiento de Terranova. Éste fue incapaz de alcanzar la primera línea de trincheras, por lo que avanzó desde la trinchera de reserva y fue destrozado con suma facilidad antes de que cruzara la línea de frente. Las bajas ascendieron al 91%, lo que le convirtió en el segundo batallón más dañado en el transcurso del día.

El avance británico sobre la carretera de Albert-Bapaume fue igualmente fallido, a pesar de la detonación de dos galerías en Ovillers-la-Boisselle. Otra acción con resultado trágico fue la de la Brigada Irlandesa de Tyneside, perteneciente a la 34ª División Británica, que comenzó su avance a 1,5 km de las líneas alemanas de forma perfectamente visible para las ametralladoras de los defensores, lo que le valió ser destruida antes incluso de alcanzar la propia primera línea británica.

Al sur de la carretera, en cambio, los franceses y británicos consiguieron grandes éxitos gracias a que en este lado las defensas alemanas eran relativamente débiles y la artillería francesa contaba con muchos más efectivos y experiencia que la británica. Se lograron todos los objetivos del primer día situados entre Montauban y el Somme y al sur del río incluso se consiguió avanzar más de lo inicialmente previsto.

Algunas divisiones británicas también fueron capaces de alcanzar ciertos éxitos, según relata el historiador Martin Middlebrook:

Se ordenó a los batallones de vanguardia (de la 36ª División del Ulster) que salieran del bosque a las 7.30 de la mañana y se desplegaran junto a las trincheras alemanas... A la hora cero cesó el bombardeo británico. Las cornetas tocaron "Avance". Saltaron los del Ulster y, sin la formación en filas adoptada por otras divisiones, se abalanzaron sobre la línea de frente alemana... Mediante una combinación de tácticas sensatas y velocidad irlandesa, (...) la captura de una larga sección de la primera línea alemana se había conseguido.

Gommecourt... Atacando desde el sur, la 56ª División (de Londres) había funcionado de forma brillante. Haciendo uso de la nueva trinchera que [los hombres] habían cavado en la tierra de nadie y de una cortina de humo, cuatro batallones habían conquistado por completo el sistema de líneas de frente alemán. (The First Day on the Somme, Middlebrook, 1971)

Sin embargo, el primer día en el Somme fue en general un fracaso para las fuerzas atacantes. En menos de 24 horas murieron 19.240 soldados británicos, 35.493 resultaron heridos, 2.152 desaparecieron y 585 fueron hechos prisioneros de un total de 57.470 hombres. Las bajas iniciales fueron especialmente altas entre los oficiales, debido a que aún vestían unos uniformes muy diferentes de los de los militares de menor rango en cuyo reconocimiento se había entrenado especialmente a los soldados alemanes.

Por otra parte, es difícil establecer una cifra exacta de bajas alemanas correspondientes al 1 de julio, dado que los alemanes sólo realizaban recuentos cada 10 días. Se estima que pudieron ser unas 8.000 en la línea de avance británica, 2.200 de las cuales correspondientes a prisioneros de guerra. La mayor diferencia de bajas entre uno y otro bando se produjo en Ovillers, donde los británicos sufrieron 5.121 frente a las 280 del 180º Regimiento Alemán - una relación de 18 a 1.

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