Consecuencias Económicas (II)

Consecuencias económicas

• El coste de la guerra se estimó en 180.000 a 230.000 millones de dólares, y el de los daños causados por las destrucciones, en otros 150.000 millones. Para los vencidos esta situación fue mas grave, ya que tuvieron que pagar los gastos de reparación.

• La devastación de edificios, campos, minas, ganado, puentes, ferrocarriles, fábricas, maquinaria, carreteras, barcos, etc... fue incalculable, sobre todo en las zonas más afectadas por los combates (el norte de Francia, Bélgica, la Europa del este y la frontera entre Italia y Austria). Sólo en Francia quedaron destruidos 5.000 kilómetros de vías férreas y 300.000 edificios. En casi toda Europa los medios de comunicación, el transporte, los cultivos, los edificios, etc. quedaron destruidos.

• Los cambios importantes en las fronteras de los países, tuvieron lógicas incidencias económicas. Los vencedores ampliaron sus territorios y su acceso a materias primas, El Imperio Alemán perdió una gran parte, quedando además separado de Königsberg al perder el único acceso al mar que tenía Polonia.

Los nuevos países independientes (independizados del Imperio Ruso y resultados de la disolución del Imperio Austrohúngaro), se encontraron en una situación de estancamiento y crisis, con grandes gastos de reconversión industrial ya que su infraestructura y economía estaban orientadas hacia Viena, que era en ese momento un mercado cerrado. Algunos países que estaban divididos entre dos imperios se encontraron con estructura productiva e infraestructuras inconexas, como por ejemplo Yugoslavia, que tenía vías de ferrocarril con dos anchuras diferentes. Esta situación de crisis en el Este facilitó el ascenso de regímenes totalitarios, que serían protagonistas de la Segunda Guerra Mundial.

· En la mayoría de los países se recurrió a la economía de guerra planificada y dirigida por el Estado, lo que supuso el abandono del liberalismo económico. Debido a la colaboración de los sindicatos, el poder de las organizaciones obreras aumentó en la sociedad.

• La guerra, además, había trastocado toda la economía mundial. El comercio internacional y las inversiones en el exterior de los principales países europeos quedaron prácticamente interrumpidos entre 1914 y 1918. La gran mayoría de los gobiernos, al no alcanzar con recortar el gasto social, se habían endeudado para cumplir con las inmensas necesidades militares y se generaron fuertes presiones inflacionistas. La producción se había orientado a la producción de armamento, por lo que los bienes de consumo habitual eran escasos y el impacto negativo de esto en la sociedad causó revueltas.

• Se destruyó el sistema de pago internacional, conocido como el Patrón Oro, que utilizaba el oro como valor estándar para fijar la paridad de las diferentes monedas al liquidar transacciones y deudas internacionales. Al tener que importar gran cantidad de armamentos, las potencias europeas se quedaron sin oro. Por el contrario, Estados Unidos y los países neutrales como España, tenían en exceso, pero no podían ponerlo en circulación sin caer en procesos hiperinflacionarios. Unos países no tenían reservas y otros tenían demasiadas pero no podían usarlas. Entonces se abandonó esta práctica y se empezó a usar el dinero fiduciario, es decir, sin mas respaldo que la confianza. La facilidad que esto otorgó a los países de emitir moneda, llevó a las grandes hiperinflaciones de los años veinte, principalmente en Austria y Alemania. A nivel internacional se perjudicó el comercio, la libra esterlina se mantuvo firme como moneda de referencia y se comenzó a tender al dólar. A finales de los 20 se intentó volver al sistema antiguo de pagos, pero errores en la fijación de la paridad de la libra esterlina vaciaron las reservas británicas, y propiciaron el Crack de 1919 en la Bolsa de Nueva Cork. Esto determinó la llegada de la Gran Depresión y el fracaso definitivo del patrón oro.